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Los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU para 2030 incluyen el objetivo específico de conservación y uso sostenible de los océanos, los mares y los recursos marinos del mundo. Y la Unión Europea ha captado el mensaje. La jefa de política exterior de la UE, Federica Mogherini, y el Comisario Europeo Karmenu Vella han examinado detenidamente lo que necesitan los océanos y acaban de lanzar una nueva iniciativa sin precedentes: una agenda para el futuro de nuestros océanos, o si lo prefieren, una lista de cosas que podemos y debemos hacer por los océanos.
PRIMERO, TODOS DEBEMOS CUMPLIR LAS NORMAS.
Aunque existen normas internacionales para proteger
los océanos, su inmensidad implica que el cumplimiento sea incompleto. Queremos
llevar el estado de derecho a alta mar y queremos normas justas que funcionen
para todos y que sean respetadas por todos. Esto también significa trabajar
conjuntamente con nuestros socios para liberar a nuestros océanos de la
piratería y de la trata de seres humanos y para protegerlos de accidentes
marítimos y desastres medioambientales.
SEGUNDO, QUEREMOS UTILIZAR NUESTROS OCÉANOS PARA
OBTENER BENEFICIOS ECONÓMICOS, PERO SIN DESTRUIRLOS EN EL PROCESO.
En la carrera contra el calentamiento global, y del
océano, descontrolado trataremos de proteger y restaurar los ecosistemas
marinos y costeros que desempeñan una función vital en la captura de CO2. La
Unión Europea se ha comprometido a reservar el 10 % de sus aguas como parques
oceánicos protegidos en 2020. A través de proyectos de hermanamiento, fondos
para la investigación y el intercambio de mejores prácticas, impulsaremos la ampliación
de dichas reservas marinas en todo el mundo.
Para combatir la pesca ilegal, reforzaremos la
función de los organismos internacionales de control y ejecución en la
detección de buques pesqueros sospechosos. Y para combatir la contaminación y
el «mar de plástico» actualizaremos las normas aplicables a los barcos sobre
eliminación de desechos, adoptaremos una nueva estrategia sobre plásticos en
2017 y buscaremos estrategias mundiales eficaces contra los desechos plásticos
y los microplásticos.
TERCERO NECESITAMOS MEJORAR NUESTROS CONOCIMIENTOS
SOBRE LOS OCÉANOS.
Hoy en día, se tarda menos en encontrar una nave
espacial que se ha estrellado en Marte que un avión comercial perdido en
nuestros océanos. Por ello, necesitamos urgentemente mejorar nuestra base de
conocimientos y avanzar en la cartografía de las profundidades. Nuestro
objetivo es crear una red de datos marinos mundial que esté abierta a todos.
La lista contiene 14 acciones que son más que un
simple plan de acción para la Unión Europea; son una invitación abierta a
nuestros socios de todo el mundo. Y no hay tiempo que perder. Esperamos que
cuando celebremos la edición de 2017 de la conferencia internacional Nuestro
océano, el mundo pueda empezar a tachar los primeros puntos de la lista.
Muchas
veces hemos oído sobre la importancia de cuidar el océano y el agua. Sin
embargo, al encontrarnos a kilómetros de distancia, nos sentimos alejados
del océano. Pensamos: ¿cómo impactarán mis acciones cotidianas a un cuerpo
de agua tan lejano?, o ¿qué puede darme el océano, si se encuentra tan lejos de
mi ciudad? Pero, ¿conocemos los beneficios que nos proporciona el océano
diariamente?
El océano conforma
el 71% de la superficie terrestre, y por tanto es el lugar
donde ocurren diversos fenómenos naturales que rigen la vida en
nuestro planeta. El 97% del agua del planeta se encuentra en el
océano. De éste proviene gran parte del agua dulce que consumimos. Esto
ocurre gracias a la evaporación, en la cual el vapor de agua se condensa en las
nubes y cae a la tierra en forma de lluvia, recargando ríos, lagos y mantos
acuíferos.
El
océano es también la superficie donde la mayor parte de la luz y el calor, proporcionados
por el sol, son reflejados y absorbidos. Es por esto que el océano
actúa como el máximo regulador del clima en el Planeta. Por medio de
sus aguas y corrientes marinas, transporta el calor recibido en la región
ecuatorial hasta regiones polares, proveyéndolas con climas templados. Un
ejemplo de esto es el Cinturón Transportador del Atlántico Norte (CTAN) es
el principal distribuidor de calor en el Planeta.
La gran
biodiversidad del océano depende de organismos microscópicos, el fitoplancton.
El fitoplancton se encuentra en altas concentraciones en el océano y lleva a
cabo la fotosíntesis para obtener sus nutrientes. Por lo que estos
microorganismos capturan CO2, dióxido de carbono, el principal gas
invernadero que acelera el calentamiento global. El fitoplancton captura
entre 30% y 50% del CO2 atmosférico producido por quema de combustibles.
Además, el
océano es una fuente enorme de alimento para los seres humanos. Es de aquí
donde se obtiene la mayor parte de las proteínas que consumimos. Cada año de 70
a 75 millones de toneladas de pescado son capturados. Sin embargo, gran parte
de las poblaciones de peces y otros organismos que actúan como recurso
alimentario, se encuentran sobre-explotados.
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